La imagen de arriba nos ayuda a comprender la situación en la que nos encontramos y el dilema al que nos enfrentamos (link). Desde el inicio de la década de los 80, los tipos y la inflación no han dejado de caer, la tendencia es bien clara, y ahora mismo ya nos encontramos en unos tipos reales negativos, la rentabilidad del bono a 10 años ni siquiera nos cubre contra la (bajísima) inflación. Aunque los datos corresponden a EEUU es replicable a la mayoría de países desarrollados y si no se pone freno vamos hacia una japonización de la economía.
Esta situación está teniendo gran impacto en la gestión de inversiones. Por un lado, los activos sin riesgo (depósitos) o con riesgo bajo (bonos gubernamentales) ya no cubren a los inversores de la inflación, lo que está empujando a los mismos hacia productos más arriesgados (acciones) si no quieren perder poder adquisitivo y por otro lado, las rentabilidades nominales exigidas a los diferentes productos serán menores ya que en ausencia de inflación, rentabilidad nominal y real serán iguales.
Fuente: JP Morgan

Consultor financiero independiente y experto en el sector fintech. Tutor de FIRE, el programa de gestión financiera personal de Uncommon Finance que tiene abierta la matrícula para la quinta edición. Si quieres seguir todos los análisis suscríbete al blog y los domingos te enviaremos nuestra newsletter.