Muchos igual aun se preguntan porqué existen tantos otros proyectos con el nombre Bitcoin en él. En el mundo de las criptomonedas nadie tiene reservado el derecho a usar uno u otro nombre y no es raro que esto lleve a generar cierta confusión en personas que no estén metidas de lleno en el ambiente. En algunos casos el objetivo de algunos proyectos es el de confundir al usuario y hacerle pensar que ese es el autentico Bitcoin.
Bitcoin como muchos sabéis, nace como idea de Satoshi Nakamoto. Y una vez puesta en marcha, esta idea no es otra cosa que código abierto que todo el mundo puede leer y duplicar.
Con el tiempo, mucha gente ha tratado de mejorar Bitcoin. En ocasiones, la búsqueda de la mejora ha llevado a la discrepancia, y es que en parte esto es lo bonito de la decentralización y por qué no, del ser humano. Un conjunto de individuos con distintos intereses tratando de mejorar una herramienta por el bien común.
Aunque los fines no siempre tienen por que ser legítimos, en ocasiones pueden existir grupos de individuos con un interés por controlar la herramienta y así ganar ventaja sobre los demás usuarios, esto por desgracia también le ocurre al género humano en demasiadas ocasiones.
Bitcoin ha demostrado desde su nacimiento una resistencia total a todos aquellos que han tratado de manipularlo con fines partidistas. Está tan descentralizado que es imposible de modificar a menos que se llegue a un consenso y esta es generalmente una de las mayores causas de los llamados Forks de Bitcoin.
Fork, es como en informática llamamos al hecho de clonar un proyecto existente, a partir de ahí, se crea una nueva rama que permite nuevos cambios al proyecto sin afectar a la rama original, dando un aspecto de tenedor (fork en inglés) como podemos ver en el gráfico. De esta manera, podemos introducir los cambios que deseemos en nuestro nuevo protocolo. Es decir, podemos crear un Bitcoin con nuestras propias reglas de juego.
Este comportamiento me recuerda mucho a la evolución de la religión en la historia de la humanidad; donde al final, siempre han primado las diferencias políticas más que religiosas en muchos de los casos, como por ejemplo la creación de la doctrina protestante a partir de los desacuerdos con el Papa de Roma por parte de Martín Lutero. La base es la misma, ya que todos son cristianos, pero la forma y la organización política se hace diferente.
A Bitcoin, en esencia, le pasa algo similar y es que mientras existan seguidores de una determinada “doctrina”, ésta seguirá viva.
Lo podemos apreciar en el caso de Bitcoin Cash que en 2016-17 trataba de convencernos de ser el autentico Bitcoin y más barato de usar. Fork del cual, a su vez, nació el Bitcoin SV (Satoshi Vision) que promulga ser la visión auténtica que tuvo Satoshi en sus inicios. Pero, ¿son estos realmente los motivos, o son corporaciones particulares tratando de convencernos de usar “su” Bitcoin?
Estos son algunos de los dilemas a los que los usuarios de cripto se enfrentan a menudo, no sólo con Bitcoin sino con toda la variedad de criptomonedas que han surgido a partir de él. Lo interesante, es que nosotros como usuarios tenemos la libertad de elegir cual de estos proyectos queremos seguir o nos parece que resuelven un verdadero problema, y al final, Darwin acabará haciendo su trabajo.

Ingeniero de Blockchain en uno de las mayores bancos en Londres. Está especializado en criptoactivos y pertenece al movimiento crypto underground de la city. Es autor de la serie de cursos sobre criptoactivos de Uncommon Finance. Si quieres seguir todos sus analisis suscríbete al blog y te enviaremos un email los domingos.