Malos tiempos para la renta fija

La intervención de los bancos centrales ha propiciado en la renta fija una burbuja de proporciones épicas. Y como todo tiene su límite, parece que la renta fija ha tocado techo para iniciar la senda bajista. Esto lo han aprovechado algunos grandes poseedores de bonos para soltar lastre.

Cómo todo el mundo sabe, los tipos de interés y el precio de lo bonos gubernamentales son las dos caras de la misma moneda, cuando suben los tipos baja la cotización y viceversa. Con unos tipos rodando el cero, o en algunos casos en negativo, no hay ser muy avispado para darse cuenta que a poco que suban los tipos las cotizaciones caerán con claridad. Esto es lo que ha ocurrido recientemente.

En el gráfico podemos observar la relación entre la madurez de los bonos y las máximas perdidas sufridas. Está clara la relación cuanto más madurez tienen los bonos mayores “drawdown” sufren. La mayor caída la sufrieron los bonos de 20 años en 2009 con una caída del 26,6 %. Dadas las perspectivas que auguran malos tiempos para los bonos, podemos sacar una conclusión práctica, sería preferible irse a bonos de madurez corta antes que bonos a largo plazo.

Lo anterior sólo sería una verdad a medias si no mostráramos este gráfico. En él se retrata el retorno a 10 de años comparándolo con la madurez de la renta fija. Es evidente que a mayor duración de los bonos mayor rendimiento se ha obtenido historicamente. El binomio rentabilidad/ riesgo siempre está presente en el mundo de la inversión.

Fuente de gráficos: compoundadvisors.com

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