Hace 50 años, la mayoría de las acciones de EEUU estaba en manos de los inversores minoristas, sin embargo con el paso de los años este porcentaje se ha ido reduciendo drásticamente, como podemos observar en la imagen.
Nunca en la historia los inversores particulares hemos tenido acceso a toda la información de la que disponemos actualmente, ni con la misma calidad ni rapidez, pero los inversores institucionales siguen estando mejor preparados para analizar toda esta información. Uno de los motivos es que esta sofisticación también implica una mayor complejidad.
Además, la tecnología y la innovación financiera desarrollada en las últimas décadas ha tenido como consecuencia un traspaso del patrimonio de los inversores minoristas desde las acciones individuales a los fondos de inversión y ETFs, productos más diversificados (menor riesgo) y que exigen menores conocimientos financieros y menor dedicación (tiempo). Muy llamativo es el auge de la gestión indexada, como podemos observar en esta imagen:

Fuente: Morgan Stanley Investment Management

Consultor financiero independiente y experto en el sector fintech. Tutor de FIRE, el programa de gestión financiera personal de Uncommon Finance que tiene abierta la matrícula para la quinta edición. Si quieres seguir todos los análisis suscríbete al blog y los domingos te enviaremos nuestra newsletter.