En las últimas semanas se han ido publicando los datos del segundo trimestre del PIB y hemos conocido que el Reino Unido y España son los países más afectados con caídas del 20%, un desplome histórico. Sin embargo, en Europa estamos viendo cómo ya se está recuperando la actividad, y en julio ya se encontraban operativas prácticamente todas las industrias tras la reapertura de hoteles y restaurantes.
En el gráfico superior podemos observar el porcentaje del Consumo de las familias que se ha visto afectado por la crisis del covid en Reino Unido, en el caso de España sería muy similar. En las semanas más estrictas del confinamiento, cerca del 40% del Consumo que realizan las familias se vio afectado por las medidas del encierro y distanciamiento social, pero este impacto ha disminuido hasta sólo el 1% en julio. Esto quiere decir que ahora mismo prácticamente no existen impedimentos para alcanzar los niveles de consumo pre-covid y la economía podría volver a la “normalidad”.
La realidad no es así ni de lejos, ya que el miedo a los rebrotes y a otro posible confinamiento y la situación de incertidumbre que viven tanto las familias como las empresas hace que la recuperación sea mucho más lenta. Las familias están limitando sus compras recurrentes y en muchos casos retrasando las adquisiciones más importantes como la compra de un vehículo o vivienda, y por otro lado ante esta situación las empresas no están llevando a cabo grandes inversiones ni contrataciones, tenemos una economía en “stand-by”. Por supuesto, esto afecta al empleo ya que lo que en principio sería un paro estacional o extraordinario por el confinamiento podría convertirse en paro estructural.
Fuente: Fathom Research

Consultor financiero independiente y experto en el sector fintech. Tutor de FIRE, el programa de gestión financiera personal de Uncommon Finance que tiene abierta la matrícula para la quinta edición. Si quieres seguir todos los análisis suscríbete al blog y los domingos te enviaremos nuestra newsletter.