La cartera pasiva tradicional 60/40 nunca estuvo tan cara

La cartera pasiva que invierte el 60 % en renta variable y el 40 % en renta fija se ha convertido en un clásico entre los inversores conservadores en busca de rentabilidad con un riesgo limitado.

La cartera 60/40 nunca antes estuvo tan cara como podemos apreciar en el gráfico. Esto supone un reto importante para los inversores en busca de beneficios y diversificación. Debido al enorme apoyo de los bancos centrales para afrontar la pandemia, los rendimientos de la deuda pública se sitúan cerca de mínimos históricos. Como resultado los bonos del Estado no proporcionan los ingresos que antes sí ofrecían y puedan proteger las carteras ante caídas de la bolsa. La renta variable tampoco tiene mejor pinta al estar cada día más cara, y al ser el único foco probable del desesperado inversor medio.

Fuente: J.P. Morgan Asset Management.

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