El coronavirus tendrá un fuerte impacto deflacionario, principalmente en los sectores más afectados por el confinamiento como son la restauración, hoteles o las aerolíneas. Sin ir más lejos, la semana pasada vimos precios negativos en los precios del petróleo. Con una caída entre el 10% y el 30% del PIB (link), la deflación es algo que no sorprende.
En gran medida, el impacto de esa deflación y su duración, dependerá de los subsidios gubernamentales que en cada país reciban los trabajadores de estas industrias más afectadas, de manera que si mantienen parte de sus ingresos la demanda podría permanecer relativamente alta.
Lo que es evidente es que la inflación se dirige bruscamente hacia abajo y los diferentes gobiernos tendrán que trabajar muy duro para evitarlo.
Fuente: Financial Times

Consultor financiero independiente y experto en el sector fintech. Tutor de FIRE, el programa de gestión financiera personal de Uncommon Finance que tiene abierta la matrícula para la quinta edición. Si quieres seguir todos los análisis suscríbete al blog y los domingos te enviaremos nuestra newsletter.