En este artículo nos centraremos en analizar el consumo en EEUU. De esta forma, continuamos con la serie que iniciamos con el artículo “Indicadores adelantados, coincidentes y retardados” cuyo objetivo es explicar los indicadores adelantados más relevantes a la hora de ofrecer información acerca de la fase del ciclo en la que se encuentra una economía.
Cuando analizamos los componentes del Producto Interior Bruto (PIB) desde el lado de la demanda, obtenemos que el consumo privado representa entre un 60 y 70 por ciento del PIB de los países desarrollados.
En el caso concreto de Estados Unidos, el consumo privado supone un 69% del PIB, con datos de 2019, por lo que el seguimiento y monitorización de esta variable es muy importante a la hora de establecer la posición cíclica de su economía, al tiempo que nos arroja mucha información sobre la evolución del PIB mundial debido a la importancia del consumo de EEUU en el comercio mundial (EEUU lidera el ranking de importaciones mundiales, siendo responsable del 14% del total, seguido de China con el 10% y Alemania 7%).
Por tanto, el estudio y análisis de las variables que determinan el gasto de los hogares es clave a la hora de determinar la futura evolución del consumo privado. Ahora bien, pero ¿de qué dependen las decisiones de consumo? Pueden considerarse como relevantes las siguientes variables:
Las variables en las decisiones de consumo
Pueden considerarse como relevantes las siguientes variables:
La renta personal
Es el indicador más importante. Mide el total de ingresos recibidos por una persona, incluyendo sueldos y salarios (masa salarial), incentivos o variables, dividendos y cupones recibidos por inversiones en activos financieros, y alquileres.
Es un indicador que guarda una dirección directa con el consumo, es decir, cuanto mayor es la renta recibida mayor es el gasto. En Estados Unidos el indicador lo publica mensualmente el Departamento de Comercio durante la última semana de cada mes, pero aportando información con dos meses de retardo.

La riqueza total, financiera e inmobiliaria
El valor de los activos, financieros e inmobiliarios, genera un efecto sobre los consumidores, en la medida que si el consumidor percibe que sus activos han aumentado de valor es más rico y por tanto gasta más.
El término empleado para referirse a este fenómeno se llama efecto riqueza, y guarda una relación directa con el consumo. En este sentido, la evolución de los activos financieros (índices bursátiles, bonos estadounidenses, etc.) y del precio de la vivienda, nos servirán como referencia para cuantificar si el efecto riqueza sobre el consumo pude ser positivo o negativo.
La seguridad laboral
El consumo está directamente relacionado con la seguridad laboral, ya que un consumidor gastará más si tiene trabajo y si percibe que su puesto de trabajo no corre peligro. Cuanto más crece el empleo y menor es la tasa de paro, más aumenta el consumo, y no sólo por el gasto de las nuevas personas que consiguen un empleo, sino también por el efecto que genera la seguridad laboral sobre el resto de la población empleada.
Los tipos de interés
La relación de los tipos de interés es inversa al consumo, ya que cuando los tipos aumentan lo normal es que el consumo frene su ritmo de aumento.
El impacto es doble: por un lado, está el efecto sobre las familias endeudadas que ven como su renta disponible para gastar es menor debido al aumento del pago de intereses por su deuda y, segundo, porque aumenta la propensión a ahorrar debido a la mayor remuneración que ofrecen los tipos de interés.
La confianza del consumidor
La percepción de los consumidores y su predisposición a gastar, se refleja en los indicadores de confianza del consumidor, los cuales constituyen uno de los indicadores más utilizados para estimar la posible evolución del consumo.
En Estados Unidos, los dos indicadores de confianza más importantes y representativos de la situación del consumidor son el Indicador de la Universidad de Michigan y el de la Conference Board. Particularmente, suelo escoger el indicador de la U. de Michigan, primero porque es el más antiguo y por tanto cuenta con una mayor riqueza de datos para efectuar estudios y análisis, y segundo porque es el primero en publicarse.
El indicador lo publica la Universidad de Michigan el segundo viernes de cada mes en su versión preliminar, y el último viernes en la versión final. La encuesta existe desde el año 1950, y recoge preguntas sobre las finanzas familiares y la situación de la economía. La muestra es de 500 familias. El indicador se compone del índice general, y de los componentes de situación actual y expectativas. Además de las típicas preguntas de situación personal (empleo, renta, etc.) y expectativas de compra, la pregunta de expectativas de inflación es muy importante.

La masa salarial
El dato de creación de empleo en Estados Unidos es uno de los indicadores más importantes y con mayor repercusión en los mercados. Este se debe a que su rápida publicación (el primer viernes de cada mes se publica el dato del mes que acaba de finalizar) y la riqueza y gran variedad de los datos que se publican sobre el mercado laboral, entre los que destacan el número de horas trabajadas y los salarios. De la agregación de estos datos surge el concepto de masa salarial:
Masa salarial = población empleada * nº de horas de trabajo al mes * salario medio por hora.
Debido a la rápida publicación de los datos del mercado laboral, este es un indicador que utilizamos como proxy de la renta personal (el cual se publica con un retardo de dos meses), y nos permite, por tanto, obtener información en tiempo real y adelantada de cómo puede evolucionar el consumo de las familias.

Fotografía (portada) de Julius Jansson en Unsplash