¿Quién ganó realmente la Guerra Fría? Quizás fue China.
En 1972, la lógica de la Guerra Fría empujó al presidente Richard Nixon a una improbable alianza con Mao Zedong, que devolvió a China a la corriente principal de la economía mundial. En 1991, el colapso de la Unión Soviética alentó la arrogancia del “fin de la historia” que cegó a Occidente ante las consecuencias del ascenso de China.
En 2020, China se ha convertido en una gran potencia mundial, su gobierno de partido único y su economía dominada por el Estado son motivo de alarma para los países extranjeros y de orgullo en Pekín. Según las previsiones de Bloomberg Economics, en 2035 China habrá superado a Estados Unidos y se habrá convertido en la mayor economía del mundo y quizás también en el actor político más poderoso. O incluso antes, como hemos visto la pandemia ha catalizado este cambio ya que China ha sido la economía que más rápido se ha recuperado, la famosa recuperación en “V”.
El ascenso de China es sólo una parte de un cambio mayor que ya está en marcha y que parece que se acelerará en las próximas décadas.
Bloomberg Economics ha utilizado un marco de contabilidad del crecimiento -sumando las contribuciones de la mano de obra, el capital y la productividad- para prever el PIB potencial hasta 2050 en 39 países, desde Estados Unidos hasta Ghana. Han utilizado estos datos para trazar un mapa de algunos de los principales cambios geográficos y políticos que le esperan a la economía mundial.
Los resultados sugieren que un notable período de estabilidad, que se extiende desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta principios del siglo XXI, está llegando a su fin. El centro de gravedad económico se está desplazando de Occidente a Oriente, de las economías avanzadas a los mercados emergentes, del libre mercado al control estatal y de las democracias establecidas a los gobernantes autoritarios y populistas. La transición ya está trastornando la política, la economía y los mercados mundiales. Esto es sólo el principio.
Pueden ocurrir muchas cosas que desvíen nuestras previsiones. La crisis de Covid está demostrando cómo las pandemias pueden reconfigurar el mapa económico mundial. Las guerras, las catástrofes naturales y los colapsos financieros pueden hacer lo mismo. También lo pueden hacer las decisiones políticas sobre la globalización y el cambio climático. Sin embargo, a falta de una bola de cristal, las previsiones de crecimiento potencial constituyen la base más fiable para pensar a largo plazo.
1. El siglo de Asia
2. China: desafía y a su vez será desafiada
3. El Estado contraataca
4. Encarando el futuro
5. Otra información
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