La jubilación es un concepto relativamente nuevo.
Hace no mucho tiempo las personas trabajaba hasta morir, con un período muy breve de disfrute al final de sus días. El principal motivo por el cual la gente no se preocupaba por ahorrar para la jubilación es porque pocas veces se llegaba a ella.
En el año 1900 la esperanza de vida en España era de 35,7 años para las mujeres y 33,9 años para los hombres. Esto hace 120 años, antes de ayer como quien dice. En el año 2018 la esperanza de vida ha subido a 85,9 años para las mujeres y 80,5 años para los hombres ¡más del doble!
Hoy en día el español medio se jubila a los 65 años. En 1955 el español medio se moría a los 65 años.
El ritmo al que aumenta la esperanza de vida se ha ralentizado, pero lo sigue haciendo. Puedes ver la evolución de los últimos años en el siguiente gráfico del Instituto Nacional de Estadística:

En los últimos 20 años (1998-2018) la esperanza de vida de los hombres en España (línea azul de gráfico) ha aumentado en 5 años. Una vez jubilados, los españoles solemos vivir 20 años de media ¡y subiendo! Una gran noticia, pero…
¿Qué consecuencias tiene el aumento de la esperanza de vida?
Afortunadamente, a diferencia de los países anglosajones, en España gozamos de un buen sistema de pensiones. Sin embargo, esto ha hecho que por lo general nos despreocupemos de ahorrar para la jubilación.
Uno hace sus cálculos y cuenta con los ingresos de la pensión todos los meses, por lo que no se preocupaba en exceso de tener unos ahorros (ya no digamos una cartera de inversión) de cara a la última etapa de su vida.
El problema es que la sostenibilidad del actual sistema de pensiones está entredicho y el poder adquisitivo de las pensiones es cada vez menor.
Si a esto le añadimos el aumento de la esperanza de vida llega el (posible) gran problema: sobrevivir a nuestros ahorros. Es decir, llegar a la etapa final de nuestra vida sin un “colchón financiero” y ser totalmente dependientes de la pensión pública.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Vamos a estudiar algunas soluciones que están en nuestra mano y que vemos en el Programa F.I/R.E que nos permitirán aprovecharnos del hecho de que las personas vivamos cada vez más.
- Comienza a ahorrar cuanto antes. Si empiezas a los 25 años mejor que a los 40. Ser disciplinado te ayudará a establecer un sistema de ahorro sin tener que renunciar a nada importante. Toma el control de tu dinero.
- Empieza a invertir. No existe el momento ideal para comenzar a invertir, siempre tendrás una excusa para no hacerlo: una guerra comercial, una recesión económica, la compra de un coche, etc… En la situación actual, con la rentabilidad de los depósitos rozando el 0% y una inflación en torno al 2%, no invertir no es una opción. Cada año que pasa estás perdiendo poder adquisitivo. Tendrás que comenzar a asumir ciertos riesgos si quieres evitarlo. Quizás a corto plazo el mayor riesgo es la volatilidad de los mercados, pero a largo plazo es no obtener una rentabilidad mínima en tus ahorros.
- Empieza invirtiendo en ti. Probablemente esto sea lo más importante. Lee, estudia, fórmate… el mundo (y los mercados) están cambiando y tienes que estar preparado para ello.
Estas son sólo algunos opciones que te ayudarán a llegar a tu jubilación con lo deberes hechos, con tus cuentas saneadas y que te permitirán disfrutar de todos los años que tendrás por delante.
Fotografía (portada) de Max Harlynking en Unsplash.

Consultor financiero independiente y experto en el sector fintech. Tutor de FIRE, el programa de gestión financiera personal de Uncommon Finance que tiene abierta la matrícula para la quinta edición. Si quieres seguir todos los análisis suscríbete al blog y los domingos te enviaremos nuestra newsletter.