La nueva economía, digital e intangible, está basada en la tecnología. Una tecnología que ha permitido mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y democratizar servicios que hasta hace no mucho estaban reservados a unos pocos.
Pero esta nueva economía tiene sus sombras, como es en algunos casos la limitación de las libertades individuales, es el caso de China, y por otro lado la creación de nuevos monopolios. Realmente un puñado de empresas tecnológicas, las FAAMG americanas y las BAT chinas (Baidu, Alibaba y Tencent) concentran la oferta de estos servicios y por tanto ostentan muchísimo poder, el cual todavía no somos conscientes del alcance que tiene.
La imagen superior nos ayuda a entender dicho poder, en el caso de Google tiene el dominio absoluto sobre las búsquedas que realizamos en Internet y por tanto su algoritmo podríamos decir que nos influye a todos y en cierta medida sesga nuestras opiniones. El único segmento en el que no tiene tanto poder es el de los anuncios digitales, pero porque está Facebook (propietario de Instagram) con gran cuota de mercado, juntos tiene más de la mitad del mercado.
Los diferentes gobiernos (sobre todo las potencias de EEUU y China) se encuentran ante un gran dilema, por un lado quieren limitar el poder de estos gigantes tecnológicos y la influencia que tienen sobre sus ciudadanos, pero por otro lado son unas potentes armas en esta nueva Guerra Fría tecnológica que vivimos.
Fuente: Vox
Consultor financiero independiente y experto en el sector fintech. Tutor de FIRE, el programa de gestión financiera personal de Uncommon Finance que tiene abierta la matrícula para la quinta edición. Si quieres seguir todos los análisis suscríbete al blog y los domingos te enviaremos nuestra newsletter.
