Por regla general, cuando existe inestabilidad en los mercados o un crash bursátil, el oro se aprecia, como activo refugio que es.
Sin embargo, si observamos el gráfico, no siempre es así, al menos en el corto plazo. En 2008, después de la quiebra de Lehman Brothers, el oro no solo no subió sino que bajó de precio (- 20%) aunque pasados tres meses inició una fuerte recuperación (en el gráfico, en amarillo). En cambio, dos meses después de crack de 1987 (en el gráfico, en azul) la subida del precio del oro era de un 6%, tras haber pasado antes por un +9%. No parecen unas revalorizaciones muy llamativas.
En 2020 estamos viendo una revalorización del oro del +10,7%, el parecido entre el comportamiento con 1987 quizás lleve a extraer conclusiones optimistas, pero todavía es muy pronto para ello.
Fuente: Juan Ignacio Crespo

Consultor financiero independiente y experto en el sector fintech. Tutor de FIRE, el programa de gestión financiera personal de Uncommon Finance que tiene abierta la matrícula para la quinta edición. Si quieres seguir todos los análisis suscríbete al blog y los domingos te enviaremos nuestra newsletter.