Aunque la renta variable mundial terminó el año 2020 con una rentabilidad total positiva, hubo enormes diferencias entre los diferentes índices regionales, también entre los diferentes sectores.
En el gráfico se muestran los rendimientos obtenidos el pasado año por diferentes índices regionales, divididos por el crecimiento del precio, los dividendos obtenidos y el obtenido por la fluctuación de las diferentes divisas. Debido al confinamiento sufrido y a las restricciones que se produjeron, algunos sectores se vieron más beneficiados que otros, como es el caso del sector tecnológico con gran peso en el índice Nasdaq, alcanzando este máximos históricos. Los productores de materias primas tuvieron dificultades debido al desplome de la demanda, mientras que los bancos también se quedaron rezagados, ya que la política monetaria laxa redujo los tipos de interés y afectó a la rentabilidad de los bancos. Estos factores contribuyeron a la baja rentabilidad del FTSE All Share británico y del IBEX 35 español, aunque el primero también se vio lastrado por la incertidumbre del Brexit.
Fuente: Schroders.

Ingeniero y amante de la economía. Está especializado en análisis y operativa bursátil internacional con más de una década de experiencia. Autor de varios cursos sobre estrategía y análisis en Uncommon Finance. Si quieres seguir todos sus analisis suscríbete al blog y te enviaremos un email los domingos.