Introducción a las inversiones alternativas

En este curso estudiaremos en qué consisten las inversiones alternativas, sus características y los principales tipos de activos alternativos. Además, veremos las posibilidades de inversión de las que disponemos los particulares para participar en los alternativos y las ventajas de incluirlos en nuestra cartera.

1. ¿Qué son las inversiones alternativas?

Cuando hablamos de inversiones alternativas nos referimos bien (i) a activos alternativos o bien (ii) a gestión alternativa, es decir, cuando puede que el activo no sea alternativo, pero sea alternativa la estrategia utilizada (es el caso de los private equity y algunos hedge funds).

Aunque no existe una descripción estándar para los activos alternativos, podríamos definirlos como aquellos activos que no son renta variable, renta fija o efectivo, las llamadas inversiones tradicionales. Sin embargo, el término alternativo no debe llevarnos a error y pensar que este tipo de activos son poco frecuentes o recientes, ya que algunas de las inversiones más antiguas como la inversión inmobiliaria o las materias primas entran dentro de esta categoría.

Tradicionalmente las inversiones alternativas estaban reservadas a las personas con grandes patrimonios y a los inversores institucionales como family offices, fondos de pensiones, endowments o hedge funds que buscan en este tipo de activos diversificar su cartera y mejorar la rentabilidad-riesgo de la misma. Es un tipo de inversión con una perspectiva a largo plazo y con una inversión mínima alta, por lo que hasta hace poco los inversores minoristas no podíamos acceder a ellas.

Sin embargo, este tipo de inversión se está democratizando y cada vez existen más posibilidades para los inversores minoristas, en parte gracias a la entrada de nuevos intermediarios que debido a la tecnología han logrado disminuir el importe de la inversión inicial, una de las principales barreras de entrada.

2. Características de las inversiones alternativas

A continuación, detallamos las características más significativas de este tipo de activos:

2.1. Baja correlación con los activos tradicionales

Una de las características más destacadas de los alternativos, sino la que más, es su baja correlación respecto a los activos tradicionales, es decir, su comportamiento difiere de estos últimos y pueden generar retornos positivos en aquellas fases del ciclo económico que no lo hacen los tradicionales. Este aspecto ofrece a los inversores grandes oportunidades de diversificación.

A continuación, mostramos un cuadro elaborado por J.P. Morgan AM sobre la correlación que existe entre los activos tradicionales (global bonds y global equities) y los activos alternativos (hedge funds, inversión inmobiliaria, infraestructuras y mercados privados) con base en las rentabilidades trimestrales para el período 2008-2018. 0 significa que no existe correlación, 1 que la correlación es absoluta y -1 que la correlación es inversa.

correlaciones inversiones alternativas

Tal y como podemos observar, la correlación del mercado inmobiliario (global real estate) es muy baja respecto a la renta variable, y respecto a la renta fija no existe correlación. Lo mismo ocurre con las infraestructuras. Sin embargo, los mercados privados y algunas estrategias de los hedge funds tienen alta correlación con la renta variable.

Debemos tener en cuenta que bajo la categoría de alternativos se encuentran una gran variedad de activos, con características específicas, por lo que no todos tienen el mismo comportamiento. Además, no todos los alternativos se comportan de la misma manera en todas las geografías, a modo de ejemplo en España la inversión inmobiliaria están muy correlacionada con la situación económica del país y de la renta variable. Y tenemos que considerar que, a pesar de la baja correlación entre los activos tradicionales y los alternativos, en algún período concreto la correlación puede diferir de la correlación media histórica.

2.2. Poca liquidez

Dentro de las características principales de los alternativos, y uno de sus grandes riesgos, es la iliquidez de este tipo de activos, o al menos del activo subyacente. Debido a que no son activos cotizados en los mercados, las alternativas para desinvertir a corto plazo son limitadas.

A modo de ejemplo, para los institucionales que invierten en el mercado inmobiliario, en private equity o en materias primas no es sencillo o rápido vender estos activos. Por ello, es importante recalcar que los alternativos se enmarcan dentro de una estrategia a largo plazo, pero esta iliquidez se ve recompensada por unas rentabilidades altas.

Debido a este factor, es un tipo de inversión muy atractiva para los endowments, que tiene un horizonte temporal a muy largo plazo o incluso ilimitado. Los fondos endowments son las reservas financieras de instituciones académicas (universidades o colegios) que tienen como objetivo generar beneficios sostenibles a muy largo plazo (intergeneracional). Por lo general están constituidos en países anglosajones.

Si quieres ampliar tus conocimientos sobre los endowments puedes acceder al curso que tenemos en Uncommon Finance del Yale Endowment:

Sin embargo, para aquellos activos alternativos en los que podemos invertir los particulares, cada vez existen más mercados secundarios que nos ofrecen la posibilidad de vender nuestra participación, como en el caso del oro, whisky, crowdlending o crowdfunding inmobiliario…

2.3. Información histórica limitada

Hemos explicado anteriormente que los activos alternativos no cotizan, por lo que la información histórica que disponemos de los mismos en cuanto a rentabilidad y volatilidad es mucho más reducida y puede estar sesgada.

De la misma manera, la gran variedad de alternativos que existen no se comportan de la misma manera en las diferentes fases del ciclo económico (economía en crecimiento, recesión, períodos inflacionarios, etc…) y hablar por tanto de rentabilidades anualizadas puede dar lugar a confusión o error.

Debemos ser cautelosos en relación a la información histórica de los activos alternativos, ya que la misma puede ser “problemática”. La rentabilidad y volatilidad por tipo de activo son medias, por lo que no representan de manera fiel los subperíodos incluidos dentro de un périodo de análisis muy amplio. Igual ocurre con las múltiples subcategorías dentro de una categoría general de alternativo como es el sector inmobiliario o los hedge funds.

Además, algunos índices, como los relativos a hedge funds o private equity pueden estar sujetos a diversos sesgos, el principal de ellos el sesgo de supervivencia, ya que sólo consideran los datos de aquellos que continúan activos.

Dicho esto, en la siguiente tabla mostramos las rentabilidades anualizadas a 10 años de activos alternativos, renta variable y renta fija para el período 2008-2018 realizado por J.P. Morgan AM:

rentabilidad inversiones alternativas

Como podemos observar, las rentabilidades de los activos relacionados con los préstamos a empresas (direct lending) o transporte global son muy altas, por encima del 9% y las rentabilidades de la diferentes subcategorías de inversión inmobiliarias en torno al 5%, sin bien debemos señalar que son rentabilidades medias y no todos los años del período estudiado obtuvieron rentabilidades positivas.

Desde aquí puedes acceder al informe de JP Morgan que comentamos en el vídeo y está disponible en nuestro Research Center:

3. Activos bajo gestión

La inversión en activos alternativos ha ido creciendo rápidamente desde los años 90 del siglo pasado. En 2016, según las estimaciones de Aon Hewitt, HFR, Barclays, Preqin, que son las empleadas por las asociaciones CFA y CAIA es sus estudios, los activos bajo gestión (AUM) se situaban en 14.750 billones de dólares. Este aumento se debe principalmente a los fondos de inversión gubernamentales como el fondo soberano de Noruega, donde los alternativos tienen un peso del 30% en su asset allocation, fondos de pensiones que buscan reducir su volatilidad con la inclusión de alternativos y endowments como el anteriormente citado de la Universidad de Yale, que al tener un horizonte temporal infinito invierten el 70% de sus recursos en activos alternativos.

La distribución de los mismos es la siguiente (cifras en billones de dólares):

  • Private equity: 4.200
  • Hedge funds: 3.000
  • Inversión inmobiliaria: 6.700
  • Infraestructura, energía, forestal y agrícola: 620
  • Materias primas: 230

La cifra es alta, pero muy alejada de los 98.000 billones de dólares que se estiman están invertidos en los activos tradicionales.

4. Tipos de inversiones alternativas

Debido a la variedad de características de las inversiones alternativas no existe un consenso sobre la lista definitiva de este tipo de activos, y en este debate se mezclan categorías y subcategorías de alternativos. Sin embargo, vamos a comentar las principales:

4.1. Hedge funds

Los hedge funds son vehículos de inversión privada que gestionan una amplia variedad de activos en diversas regiones empleando para ello diferentes estrategias, normalmente muy agresivas. Por lo general, emplean para sus estrategias una gran deuda (financiación externa) y tienen como objetivo la obtención de una alta rentabilidad independientemente del comportamiento de los mercados.

Este tipo de vehículos de inversión imponen una seria de restricciones temporales como un período mínimo de inversión o incluso el transcurso de 30 a 90 desde la notificación hasta la retirada efectiva.

Dentro de las principales estrategias podemos encontrar las (i) event-driven, que están enfocadas a obtener rentabilidad en el corto plazo debido a situaciones de fusiones o reestructuraciones de empresas; (ii) valor relativo, cuyo objetivo es la obtención de beneficios debido a discrepancias o arbitrajes en participaciones de ciertas compañías en el muy corto plazo, (iii) macro, que son aquellas que tratan de identificar tendencias económicas a nivel mundial en renta fija, renta variable, materias primas o divisas; y (iv) equity hedge que es la categoría “original” de los hedge funds y que están centradas en los mercados de renta variable en los que toman posiciones en largo y corto a través de acciones y productos derivados.

4.2. Private equity

Son aquellos fondos que invierten en compañías no cotizadas o en compañías que tienen intención de salir a bolsa en el corto o medio plazo. La mayoría de los private equity utilizan una estrategia de compras apalancadas (leveraged buyouts) y tienen como objetivo empresas rentables, con flujos de caja positivos, una sólida base de clientes, producto de calidad y gestores cualificados.

Una subcategoría dentro de los private equity son los Venture capital (VC), que están especializados en financiar startups con un alto potencial de crecimiento. Desde hace unos años existen plataformas que permiten a los particulares participar en este tipo de inversión, como son Crowdcube o Seedrs, las cuales analizamos en el siguiente curso de inversión en crowdequity:

Este tipo de inversión implica un gran riesgo debido a su poca liquidez y al alto grado de fracaso (mortalidad) de las empresas de reciente creación.

Las opciones que existen para desinvertir con éxito en este tipo de vehículos son bien a través de la salida a bolsa de la compañías, que es cuando el fondo podría vender en el mercado sus acciones, o bien mediante la venta de las participaciones a otro fondo o inversor institucional.

4.3. Inversión inmobiliaria

La inversión inmobiliaria es una de las más conocidas y antiguas dentro de las alternativas. A su vez, existen muchas subcategorías que podríamos clasificar como (i) construcciones y terrenos (residencial o locales comerciales), (ii) tierras de cultivo y (iii) bosques (forestal).

El tipo de inversión puede ser directa o indirecta, dependiendo del vehículo empleado. Este tipo de inversión, estaba vetada hasta hace poco a los inversores particulares, más allá de la adquisición de su vivienda habitual (la cual se suele realizar gracias a la financiación externa), debido al alto importe de la inversión inicial.

Sin embargo, cada vez existen más facilidades para entrar en este tipo de inversión, como la adquisición de participaciones en un fondo de inversión centrado en el sector inmobiliario, la compra directa de acciones de compañías constructoras e inmobiliarias, o la compra de acciones de REIT (en España tenemos las SOCIMI). Además, desde hace pocos años disponemos de la inversión a través del crowdfunding inmobiliario, tal y como explicamos en el siguiente curso:

De momento, a nivel de inversor minorista, la inversión en tierras de cultivo o forestal es muy limitada.

4.4. Materias primas

La inversión en materias primas puede ser de manera directa (física) a través de la adquisición de cereales, combustibles, metales, etc… o de manera indirecta a través de productos derivados o la participación en empresas cuya actividad esté relacionada con la producción o tratamiento de dichas materias primas.

Los principales vehículos usados por los institucionales para este tipo de inversión son los contratos de futuros ligados a los índices de las materias primas, uno de los más conocidos es el Roger International Commodity Index (RICI).

Dentro de esta categoría se incluye uno de los clásicos de las carteras de inversión, que es el oro, en el cual podemos invertir de manera indirecta a través de ETFs o de manera directa comprando oro físico en plataformas como Bullion Vault. Si quieres profundizar en la inversión en oro puedes acudir a este curso de Uncommon Finance:

4.5. Infraestructuras

Las infraestructuras son activos reales, muy intensivos en capital y a muy largo plazo como autovías, escuelas o hospitales que van a estar destinados a uso púbico y ofrecen servicios básicos. Este tipo de inversión tradicionalmente ha sido llevada a cabo por los gobiernos (financiación, explotación y propiedad), pero cada vez es mayor la implicación del sector privado.

A nivel particular, podemos invertir de manera indirecta a través de acciones individuales de empresas cotizadas, ETFs o fondos de inversión.

4.6. Otros activos alternativos

Esta categoría podríamos definirla como un “cajón de sastre” en la que incluir todos aquellos alternativos que no corresponden a ninguna de las categorías anteriormente comentadas o para los que no existe un consenso entre los expertos.

A nivel muy genérico podríamos distinguir los activos tangibles, dentro de los cuales incluiríamos la inversión en arte, automóviles, sellos, monedas, objetos coleccionables y otros activos estudiados en diferente cursos de Uncommon Finance como:

Por otro lado, encontramos la inversión en activos intangibles como las patentes o los activos digitales. Si quieres conocer más sobre las inversión en criptomonedas te recomendamos el ciclo 3 cursos que tenemos sobre el tema:

5. ¿Qué aportan a nuestra cartera?

A lo largo del curso hemos analizado las características de los activos alternativos y las principales categorías que existen. A continuación, comentaremos de manera breve por qué es interesante incluirlos en nuestra cartera personal:

5.1. Descorrelación

Son activos que, en términos generales, no están correlacionados con la renta variable y fija. Por ejemplo, si la renta variable obtiene rentabilidades negativas un año, este hecho no afecta a las inversiones en crowdlending o en whisky, que continuarán ofreciendo una rentabilidad estable y positiva. Debemos tener en cuenta que los mercados son cada vez más globales y su grado de intercorrelación es mayor, incluso podríamos decir que en algunos períodos se encuentran distorsionados en cierta medida. Como ejemplo, el ejercicio 2018 en el que casi todos los activos ofrecieron rentabilidades negativas.

5.2. Diversificación

Las inversiones alternativas nos permiten aumentar la diversificación de nuestra cartera, tanto por tipo de activo como por geografía. De esta manera estaremos incluyendo en nuestro portfolio activos que tiene un buen comportamiento en fases del ciclo económico que los tradicionales no lo tienen. Además, son activos reales que en ocasiones cumplen la función de activo refugio (como es el caso del oro) y nos cubren de períodos hiperinflacionarios.

5.3. Reducción de la volatilidad

La combinación de activos tradicionales y alternativos hará disminuir la volatilidad de nuestra cartera en su conjunto. Además, estos activos podrían aumentar la potencial rentabilidad de la cartera, siempre que el horizonte temporal sea a muy largo plazo. Cuando estudiemos las posibles combinaciones de activos debemos considerar el histórico de drawdowns y las rentabilidades en los peores meses de estos activos.

6. Conclusión

Los activos alternativos a la renta fija y renta variable, con sus características particulares y múltiples categorías, son un opción interesante a considerar en nuestro cartera ya que aportarán a la misma descorrelación, diversificación y una menor volatilidad, siempre y cuando tengamos en cuenta los riesgos asociados y que es un tipo de inversión a largo plazo.

Para compartir información y opiniones sobre los activos alternativos tenemos el hilo de Inversiones Alternativas en el Laboratorio.