ETFs: ASPECTOS FUNDAMENTALES

1. ¿Que es un ETF?

La idea subyacente es muy sencilla; un ETF es una cesta de valores que puedes comprar y vender en el mercado en cualquier momento.

En un nivel más preciso, el ETF tiene una estructura operativa más compleja que requiere un poquito más de estudio para poder entenderlos bien y poder elegir de forma autónoma, de saber cómo hacen los análisis y decisiones de inversión.

ETF es el acrónimo en inglés de las palabras “Exchange Trade Fund”, que traducido al castellano es algo así como “fondos cotizados”; fondos que cotizan en el mercado y que puedes comprar como cualquier acción.

Hablando de forma estricta, los ETFs se deberían llamar ETPs, que es el acrónimo de “Exchange Traded Products” o “Exchange Traded Portfolio” ya que están conformados por muchísimos tipos de productos financieros. Los fondos son un tipo de producto financiero, pero hay otros muchos; ETNs -“Exchange Traded Notes”- que son un tipo de bonos corporativos y del tesoro, UITs -Unit Investment Trusts- o ETPs específicos creados por las instituciones financieras aprobadas por la comisión de valores de cada país/región (linkados a la inflación, invertidos, apalancados sobre commodities, etc). De hecho hay ETF sobre casi cualquier cosa.

Para crear un ETF se necesitan 4 elementos:

  • 1) Un índice que seguir
  • 2) Un activo subyacente líquido y cotizable en un mercado sobre el que se construye el ETF.
  • 3) Aprobación de la comisión de valores.
  • 4) Participantes

Sin embargo se los ha englobado a todos como ETF.

Los ETFs permiten a grandes y pequeños inversores tener acceso virtual a cada rincón del mercado para construir carteras de calibre institucional a bajos costes y una gran transparencia como nunca antes.

 

¿Cómo funcionan?

Primero hay que entender cómo funcionan los fondos de inversión

Imagina 6 inversores que están intentando encontrar la mejor forma de invertir en el mercado de valores. Cada uno podría comprar algunas acciones a su elección, pero ¿quién tiene el tiempo o los recursos para organizar una cartera de 50 o 100 acciones?

En lugar de eso, deciden juntarse y unir todo su dinero para contratar a un profesional que maneje las inversiones por ellos.

Para tener registro de quién ha invertido en qué, cada inversor recibe su participación (share), que representa su trozo de la inversión.

Como es su dinero, cada uno quiere saber cuánto vale su dinero cada día. Así que cada día el fondo de inversión mira el valor que tiene y lo divide por las participaciones que posee cada inversor. Así que sabes lo que vale cada parte (share)

Si quieres comprar más participaciones, sabes la cantidad de dinero a enviar al fondo, y si quieres vender una parte, también sabes cuánto dinero recibirás.

Es un sistema elegante y ha existido durante 100 años. Actualmente hay fondos de acciones, bonos, materias primas y otras clases de activos.

Ahora vamos con los ETFs.

Los ETFs también son un fondo de inversión en todos los aspectos… excepto en uno.

Y es una excepción muy grande que se intuye de su propio nombre: fondo negociable en el mercado –Exchange-Traded Funds–.

Como fondo negociable en el mercado, compras un ETF directamente de una cuenta en un bróker, como haces con las acciones.

También puedes operar en el momento que quieras. Las órdenes en un fondo tradicional, sólo se ejecutan una vez al día (al final del día), sin embargo, las negociaciones con un ETF se producen siempre que el mercado está abierto. Puedes comprar por la mañana y vender por la tarde, incluso hacer el proceso varias veces el mismo día si quieres.

También se pueden hacer todas las estrategias con acciones que nunca podrías hacer con un fondo de inversión: vender en corto, poner stops y órdenes limitadas, incluso comprar con préstamos.

Y eso es sólo el comienzo, el hecho de que los ETFs son negociables, crea una serie de beneficios que los hace una mejor opción que los fondos de inversión tradicionales por muchas razones: menores costes, mejor eficiencia en los impuestos… Por supuesto, en otros aspectos, pueden ser peores: comisiones, diferencias de negociación y otros riesgos.

En definitiva, un ETF es una herramienta que permite a los inversores acceder a todos los rincones del mercado, desde bonos del Reino Unido a acciones tecnológicas de China, a bajos costes desde la comodidad de una cuenta de bróker.

Es como un fondo de inversión versión 2.0

 

2. ¿Qué es un ETN?

Los inversores normalmente utilizan el término “ETF” para referirse a un montón de cosas que técnicamente no son “fondos negociables en el mercado”: materias primas básicas, acuerdos de fideicomisos, títulos de deuda…

La más importante de estas estructuras es el ETN (nota negociable en el mercado).

Los ETNs son notas de deuda emitida por un banco. Cuando compras un ETN, el banco promete pagarte con cierta rentabilidad. Si por ejemplo compras un ETN referenciado al precio del oro, el valor del ETN incrementará si el precio del oro sube.

La belleza de la estructura del ETN es que puede estar referenciada a cualquier cosa. Hay ETNs que siguen el precio de materias primas, y ETNs que siguen rincones del mercado de difícil acceso. A veces combinan acciones y bonos con estrategias de opciones o utilizan estrategias sofisticadas que sería difícil hacer en un paquete de un ETF tradicional. En el espacio de las materias primas, los ETN también ofrecen ventajas fiscales a largo plazo a diferencia de la mayoría de ETFs.

La parte mala de un ETN es que si el banco del que depende se declara en bancarrota, pierdes todo tu dinero. El dinero puede estar garantizado por el estado, pero tiene sus riesgos para poder volver acceder a él.

Las buenas noticias son que este riesgo en la mayoría de los casos es muy pequeño. Inversores institucionales pueden recuperar su dinero de la aseguradora del ETN en el mismo día. Aunque puede ocurrir cualquier cosa, se puede ver la caída de un banco por adelantado.

Además, el riesgo de crédito puede ser monitorizado. Se puede ver mirando el coste de la permuta de incumplimiento crediticio (credit default swaps (CDS)) en las suscripciones de seguro del banco cada día. Los CDSs son como un seguro, los inversores los compran para protegerse de un incumplimiento por parte de la compañía.

A efectos prácitcos, un sitio para ver el riesgo para este tipo de producto es la web www.etf.com metiendo el ticker correspondiente, en la ficha se puede ver el “Counterparty Risk Measure”. Si pone “Low” bien, si pone “high” ni tocar.

 

3. ETFs y Fondos de Inversión

Dependiendo de las necesidades de cada persona, puede ser mejor tener un ETF o un fondo de inversión, consiste en conocer las diferencias y entender qué estructura tiene más sentido para ti.

Para hacer las cosas más sencillas, nos centraremos en fondos basados en índices y en ETFs.

 

Aspectos básicos

Por una parte, los fondos de inversión y los ETFs hacen lo mismo.

Imagina dos productos diseñados para seguir el índice S&P 500: un ETF y un fondo de inversión. Si miras lo que contienen, los dos tendrán todas (o casi todas) de las 500 acciones del índice en la proporción en las que existen dentro del índice. Así que la estructura de los dos productos es idéntica.

La diferencia es que los ETF son negociables en el mercado. Eso significa que puedes comprar y vender en el día, como cualquier otra acción. Por el contrario, los fondos de inversión sólo puedes comprar o vender una vez al día, al cierre de mercado.

¿Qué significa esto para los inversores? ¿Y cómo eliges uno y otro?

 

Las ventajas de los ETFs

1. Liquidez intradía

Esto significa que puedes comprar y vender ETFs a cualquier hora mientras está abierto el mercado. Si el mercado está cayendo, puedes vender tu ETF en ese mismo momento. En un fondo de inversión, tienes que esperar al cierre de mercado… lo que puede conllevar una pérdida por entrar al final del día si el precio del fondo ha estado subiendo.

2. Menores costes

Aunque no está garantizado, los ETFs normalmente tienen unos gastos menores que los de un fondo de inversión. La razón es simple, cuando compras participaciones de un fondo de inversión directamente de una compañía de fondos, esta compañía debe manejar una gran cantidad de papeleo legal. Cuando compras participaciones de un ETF, lo haces a través de la cuenta del bróker, y es éste el que realiza todo el registro y el papeleo. Menor papeleo conlleva menores costes la mayoría de las veces.

3. Transparencia

Los ETFs muestran regularmente dónde está su dinero invertido. Los fondos de inversión, por el contrario, sólo lo muestran cada trimestre, con un retraso de 30 días.

4. Eficiencia en los impuestos

Los ETFs generalmente son más eficientes en sus tasas debido a cómo funcionan. Esto es así en los países anglosajones, sin embargo en España os fondos de inversión son más eficientes por el diferimiento fiscal. Recientemente la Dirección General de Tributos ha confirmado que los ETFs europeos no listados en España tienen la misma ventaja. Lo veremos con más detenimiento en otro curso.

5. Mayor flexibilidad

Debido a que los ETFs se manejan como las acciones, puedes hacer operaciones que no puedes hacer con los fondos de inversión, como hacer opciones, futuros…

Las desventajas de los ETFs

1. Comisiones

La belleza de la liquidez intradía no viene sin costes. Normalmente pagas una comisión cuando compras o vendes un activo, y los ETFs no son distintos. Si regularmente inviertes una pequeña cantidad de dinero en un ETF, por ejemplo en cantidades de 500€, esas comisiones pueden hacer que tengan un algo coste, así que es mejor conocer las comisiones antes de comprar. Es el coste de brokeraje por intermediar en el mercado (la comisión de compra-venta).

2. Diferenciales (spreads)

Además de las comisiones, los inversores también pagan el diferencial cuando compra o venden ETFs. Es la diferencia del precio al que puedes comprar y vender (bid-ask). Cuanto mayor es el diferencial, y para algunos ETFs puede ser muy grande, mayor será el coste. Si te centras en ETFs amplios y con mucho volumen, el diferencial es casi despreciable. Por esta y otras razones es mejor evitar los ETFs con poca liquidez y volumen de negociación.

3. Premiums y descuentos

Cuando compras o vendes un fondo de inversión al final del día, siempre se hace la transacción como dice su “valor neto del activo” (NAV), así que siempre adquieres un “precio justo”. Mientras que existen mecanismos que mantienen los precios de los ETFs en línea con su valor justo, esos mecanismos no son perfectos. En cualquier momento, un ETF puede cotizar a un valor premium o de descuento a su NAV. Si compras en el valor premium y vendes en el de descuento… lo siento, has perdido.
Esto solo tiene importancia si haces operaciones intradía, para el largo plazo no tiene mayor trascendencia.

4. Iliquidez general

Mientas que cotizar en el mercado suena genial, no todos los ETFs son tan negociables como puedes pensar. Algunos venden y compran en pocas ocasiones o cuando los diferenciales son muy grandes. De nuevo, importante comprar ETFs con gran volumen, amplitud y comisión de gestión baja.

 

 

4. Por qué son tan baratos los ETFs

Lo primero llama la atención de los ETF son sus costes tan bajos. En Estados Unidos la coste de gestión medio de los fondos de inversión es un 1.42% anual, en España nos podemos ir al 2,5% añadiendo.

Los ETFs tienen una tasa media del 0.53%. Si miras por volumen de dinero que hay invertido en los ETFs, la tasa está por debajo del 0.40%. Y se pueden conseguir carteras con ETFs mucho más baratas. Por ejemplo si te haces una cartera con ETFs de Scwab te puede costar la rídicula cantidad de 0.09% al año.

Esta podría ser la cartera más barata con una rentabilidad-riesgo increíbl:
USA RV → SCHB (0,03%)
EX-USA RV → SCHF (0,09%)
Emergentes → SCHE (0,.15%)
Renta fija (americana) → SCHZ (0,05%)
REIT (inmobilairio) → SCHH (0,07%)
Es solo un ejemplo, no pienses que es la cartera perfecta (de hecho si eres europeo hay que modificarla, porque es una cartera para americanos), pero posiblemente una de las más baratas que se puedan construir.

 

Más eficientes que los fondos de inversión

Los ETFs son más baratos que los fondos de inversión por muchas razones. La primera es que seguir un índice es intrínsecamente más barato que una gestión activa. Pero un ETF es incluso más barato que un fondo de inversión basado en un índice.

¿Cómo es posible? Se debe a la forma en la que los fondos de inversión y los ETFs se relacionan con los inversores.

 

Cómo funciona un fondo de inversión

Cuando un fondo de inversión recibe una orden de compra de un nuevo inversor, tiene mucho trabajo que hacer. Primero, debe procesar la orden internamente, registrando quién hizo la orden y cuánto dinero deposita en el fondo. La compañía del fondo debe enviar documentos de confirmación y manejar todos los temas de cumplimiento. Entonces, el gestor de la cartera del fondo debe ir al mercado e invertir el dinero, comprando y vendiendo títulos, pagando todas las comisiones y diferenciales involucrados en el proceso.

Cuando un inversor vende, el proceso funciona de la forma contraria. Los gestores venden, los fondos desinvierten… Son muchas manos trabajando en el proceso con el papeleo que conlleva, y así el proceso termina costando mucho dinero, que se repercute en las costes de gestión mucho mayores

En el caso de España el problema es mucho mayor; hay que pagar a los intermediarios (bancos) y lo peor es que la mayoría del coste de gestión de un fondo en realidad se la lleva el distribuidor.

Con un ETF, el proceso es más sencillo. Cuando un inversor quiere comprar participaciones de un ETF, simplemente introduce una orden en el bróker y… eso es todo.

Para la mayoría de inversores, la transacción tiene lugar entre distintos inversores y no con la compañía que tiene el fondo. Eso significa que el fondo no tiene que procesar la orden en el mercado, hacer toda la compra y realizar toda la documentación.

Menos trabajo = menores costes. Un punto a favor de los ETFs.

Pero, ¿cómo invierten dinero los ETFs en el mercado si tienen interacciones limitadas con los inversores? La respuesta recae en algo llamado proceso de “creación/amortización”, que es clave para entender la función de los ETFs.

 

5. Por qué son fiscalmente tan eficientes

Dos de las grandes y poco apreciadas ventajas de los ETFs son su transparencia y su eficiencia en impuestos. Comparado con los fondos de inversión, los ETFs están a años luz por delante en estas dos categorías tan importantes.

 

Mayor transparencia

Uno de los beneficios clave de los ETFs es su transparencia respecto a dónde está invertido el dinero. Con la alta volatilidad de los mercados, poder comprobar el valor de nuestros ETFs en cada momento (en la mayoría de los casos) es una gran ventaja.

Por ley, los fondos de inversión, sólo necesitan mostrar sus carteras trimestralmente y con un retraso de 30 días. Durante esos periodos sin mostrar la cartera, los inversores no saben si el fondo está invertido de acuerdo al prospecto o si el gestor ha tomado riesgos innecesarios. Los fondos pueden desviarse (y lo hacen) de sus objetivos descritos, es un fenómeno llamado “deriva de estilo”, que puede impactar negativamente en el allocation de un inversor.

Cuando compras participaciones en un fondo de inversión, realizas un pequeño acto de fe, lo que se traduce en pérdidas para algunos inversores.

No hay legislación que obligue mostrar a los ETFs su cartera completa cada día.

Los distribuidores de ETFs publican cada día la lista de qué valores deben entregar los participantes autorizados (AP) para crear nuevas participaciones (cesta de creación). Además, tienen que decir qué participaciones tomarán si realizan amortizaciones del ETF (cesta de amortización). Esto, combinado con la habilidad de ver el valor del índice que el ETF está tratando de seguir, proporciona un alto nivel de transparencia incluso para los ETFs que no muestran la información diariamente.

 

Mayor eficiencia en impuestos

Si un fondo de inversión o un ETF tiene valores que se han apreciado y los vende, creará una ganancia de capital. Estas ventas pueden deberse a una venta táctica de valores, a un rebalanceo o para devolver el dinero de las participaciones a los inversores.

Por ley, si un fondo de inversión acumula ganancias en este proceso, deben hacer un pago de impuestos al final de cada año. Por ejemplo, la media de los fondos de inversión mercados emergentes paga un 6.46% de su valor neto (NAV) en ganancias de capital cada año.

Los ETFs funcionan mucho mejor. Como referencia, los ETFs de mercados emegentes de media pagan un 0.01% de su NAV en ganancias de capital en los mismos periodos.

¿Por qué? Porque están indexados a un índice, y la mayoría de ETFs tienen muy poco volumen de ventas, lo que repercute en pocas ganancias de capital comparado con un fondo de inversión de gestión activa. Pero también son más eficientes que los fondos índice gracias a la magia de cómo se crean y amortizan nuevas participaciones en un ETF.

Cuando un inversor de un fondo de inversión pide su dinero de vuelta, el fondo debe vender valores para alcanzar el dinero que necesita para devolverlo. Pero cuando un inversor quiere vender un ETF, simplemente se lo vende a otro inversor como una acción. Sin despeinarse, sin problemas y sin una transacción de ganancias de capital para el ETF.

El emisor del ETF puede incluso seleccionar qué participaciones dar al AP, lo que significa que puede entregar las participaciones con los menores impuestos posibles para él. Esto deja al emisor del ETF sólo con las participaciones compradas al precio de mercado o superior, reduciendo la carga impositiva del fondo, y por lo tanto repercute en menores impuestos para el inversor.

El sistema no funciona de una forma tan fluida para todos los ETFs, por ejemplo, los de renta fija, que tienen más ventas y normalmente más compras y reembolsos, son menos eficientes en impuestos.

Por todo esto los ETFs son los ganadores, con dos décadas de historia que muestran que tienen mejor eficiencia fiscal que cualquier otra estructura de fondos.

 

6. Qué riesgos tienen los ETFs

Son más baratos que los fondos de inversión. Son más eficientes fiscalmente que los fondos. Son más transparentes, bien estructurados y bien diseñados.

¿Pero cuáles son sus riesgos? A continuación analizamos los diez principales riesgos.

 

1) Riesgo de mercado

El mayor riesgo de un ETF es el riesgo de mercado. El mercado sube pero también baja. Los ETFs son sólo el envoltorio de las inversiones que tiene. Así que si compras un ETF y cae un 50%, el que sea barato, eficiente fiscalmente o transparente no te salvará.

Yo a esto le llamo “riesgo de cotización”. Cuando estás en un producto cotizado asumes un riesgo que no existe en uno no cotizado. Ejemplo: una imposición a plazo de un banco; te da un tipo de interés pero no te afecta lo que ocurra en los mercados.

Por esta razón es interesante tener activos no cotizados en una cartera de inversión. Diversificamos este tipo de riesgo.

2) Riesgo de fiarte del nombre comercial

La de veces que he visto esto. Incluso en empresas donde el gerente es una persona lista acostubrada a hacer inversiones con los excedentes de tesorería de la empresa.

En el caso de los ETFs es más sutil que en los fondos de inversión ordinarios (mixto de no se qué, conservador de no se cuantos).

Con varios miles de ETFs en el mercado (en Morningstar hay listados 7350 ETFs), los inversores se enfrentan a muchas opciones en cualquier parte del mercado. En los últimos años, por ejemplo en el campo del biotech, la diferencia del ETF con mayor rendimiento al ETF con peor rendimiento es del 18%..

¿Cuál es la diferencia? Uno de ellos tiene compañías que buscan curas de nueva generación mientras que el otro está en la industria de las ciencias de la vida. ¿Los dos son biotech? Sí, pero cada uno tiene distinto significado para los inversores.

Debes comprarlos. Debes comparar lso ETFs que en principio se llaman igual o siguen el mismo índice.

Aquí tienes que entrar a la cartera y ver qué tienen invertido, el índice de referencia, los costes asociados, etc.

Es sobre todo importante cuando nos salimos de los 30 o 40 ETFs más grandes y conocidos.

3) Riesgo de exposición “exótica”

Con “exotico” me refiero a nuevos campos, sectores que antes de la aparición de los ETfs era imposible entrar. Por ejemplo “empresas mineras en áfrica” o “empresas de seguridad alimenticia”.

Los ETFs han hecho un gran trabajo abriendo diferentes áreas del mercado, desde acciones, bonos tradicionales, a materias primas, monedas, estrategias de opciones y mucho más.

Los ETFs que son complejos hay que estudiarlos detenidamente.

Mi recomendación es que, salvo para una estrategia especulativa o discrecional, si no tienes buenos conocimientos no te metas aquí.

4) Riesgo fiscal

Depende del subyacente.

Por ejemplo, el ETF de oro SPDR Gold Trust (GLD) posee lingotes de oro y sigue el precio del oro casi de forma perfecta. Si compras GLD y lo mantienes durante un año, ¿pagarás la tasa de ganancias de capital cuando lo vendas? Lo harías si fuese una acción, pero aunque compras el ETF como si fuese una acción tus impuestos se basan en lo que tienes: lingotes de oro. Y depende de las regulaciones de cada país, el oro se tasa como un coleccionable, con un tipo impositivo distinto al de las acciones.

Nota: en España, en principio va a “Pérdidas y ganancias patrimoniales”, es decir, la parte menos mala.

Otros bienes tienen impuestos mucho mayores. Así que cuando compres un ETF tienes que fijarte en su eficiencia fiscal además del coste que tiene el ETF, ya que no todos son iguales.

5) Riesgo de contrapartida

Los ETF están, en su mayor parte, a salvo del riesgo de contrapartida. Aunque a los alarmistas les gusta asustar sobre la actividad de préstamo de valores dentro de los ETFs, en su mayoría son una mentira: los programas de préstamos de valores suelen ser extremadamente seguros.

El único lugar donde el riesgo de contrapartida es muy importante es con los ETNs. Los ETN son simplemente notas de deuda respaldadas por un banco subyacente. Si el banco se hunde, pierdes tu dinero.

Si el ETF es de réplica física, no tienes este problema. Siempre hay que intentar escoger el ETF de réplica física.

6) Riesgo de cierre

Hay muchos ETFs que son muy populares y otros que no son tan queridos. Cada año, alrededor de 100 ETFs que no son atractivos para el público acaban cerrando. Ojo donde te metes. Dato importante.

Que un ETF cierre no es el fin del mundo, el fondo se liquida y se paga a los inversores, aunque no es algo que un inversor quiera. Normalmente, el ETF declarará las ganancias de capital por lo que habrá que pasar por Hacienda en el proceso además de haber gastos por las transacciones y alguna otra sorpresa. Una compañía de fondos incluso llegó a cargar a los accionistas con los costos legales de cerrar el fondo (esto es raro, pero sucedió).

Es recomendable vender un ETF tan pronto como se anuncie su cierre. Si estás preocupado, se puede ver el riesgo de que un ETF cierre en páginas como Morningstar o ETF. Si el riesgo es alto, mantente alejado.

Si te metes en un ETF con mucho volumen de negociación esto es casi imposible que suceda.

7) Riesgo del ETF nuevo

La máquina de marketing de ETF es poderosa. Cada semana, incluso cada día, sale algo nuevo… un ETF para gobernar a todos… un fondo que superará al mercado con menor riesgo… Lo que debes haces es no creerte la expectación.

Como siempre digo, la calidad de un intermediario o producto financiero es inversamente proporcional a su máquina de marketing. O como dicen los yanquis “la cantidad de dinero invertido en un ETF es inversamente proporcional a la cantidad de publicidad que se realiza”.

Es cierto que salen nuevos ETFs con mucha frecuencia, pero debes estudiarlos detenidamente, para entender completamente la estrategia del índice y no confiar en las rentabilidades calculadas con un backtest para un ETF nuevo.

La pregunta que te debes hacer es qué objetivo buscas con ese ETF nuevo, que función va a realizar dentro de tu cartera.

8) Riesgo de saturación

Sucede cuando la masa va a comprar un nuevo ETF o que se pone de moda. Si viene el efecto contrario, salida repentina de dinero, puede tener efectos negativos sobre el propio ETF. Además, algunas de estas nuevas clases de activos tienen límites de liquidez, en este caso una estampida de inversores podría tener efectos negativos en el propio ETF.

Moda e inversión mal asunto.

Debes tener cuidado sobre lo que estás comprando. Si este activo no era fundamental para tu cartera hace un año, probablemente tampoco debería estar en tu cartera hoy, o tener un allocation muy pequeño.

9) Riesgo de trading del ETF

A diferencia de los fondos de inversión, no siempre puedes comprar un ETF sin costes de transacción. Como cualquier acción, un ETF tiene un diferencial (el bid-ask que hemos visto en los APs), que puede variar desde un céntimo a varios euros. Los diferenciales pueden variar en el tiempo también, pudiendo ser pequeños un día y muy grandes al día siguiente. Lo que es peor, la liquidez de un ETF puede ser un problema, puede tener un diferencial de un céntimo para las primeras 100 participaciones, pero para vender 10.000 participaciones de forma rápida, puede que tengas que pagar un euro de diferencial.

Los costes de trading pueden minar tus beneficios. Investiga la liquidez que tiene un ETF antes de comprarlo, además siempre puedes operar con órdenes limitadas.

10) Riesgo de ETF fuera de cotización (temporal)

La mayoría de las veces los ETFs funcionan de la forma que deberían, siguiendo sus índices felizmente y comerciando cerca de su valor neto. Pero a veces, algo en los ETFs se rompe y los precios se pueden desfasar.

Normalmente no es un fallo del ETF, por ejemplo durante la primavera árabe, la bolsa de Egipto cerró durante semanas y ciertos ETFs sirvieron para especular sobre cuándo abriría la bolsa y con qué precio cuando las cosas se calmasen. Durante el cierre, los inversores occidentales apostaron en el ETF haciendo subir su precio, y cuando el mercado abrió, el mercado había estado plano manteniendo el valor que tenía. No fue culpa del ETF, pero los inversores sufrieron un varapalo.

Esto también ocurre con los ETNs o los ETFs de materias primas cuando el producto ha dejado de emitir nuevas participaciones. Esos fondos pueden comerciar para subir el precio, y si compras en ese momento, puedes esperar perder dinero cuando vendas.

En general, los ETFs hacen lo que dicen que hacen y lo hacen bien, pero decir que no hay riesgos es ignorar la realidad. Así que tienes que hacer tus deberes e informarte antes sobre qué ETFs adquirir.