Hace un par de años eran muy pocos los inversores profesionales que apostaban por bitcoin, era algo anecdótico. Sin embargo, poco a poco se han ido abriendo a incluir criptomonedas en sus carteras y algunos asesores financieros incluso comienzan a recomendar a sus clientes la compra de este activo. Los motivos son varios, desde cobertura contra la inflación, aumentar la rentabilidad de la cartera o incluso en algunos casos como activo defensivo, aunque en 2020 no se comportó como tal.
Lo curioso es que el debate ha ido evolucionando, aunque todavía existen muchas reticencias la cuestión ya no es si invertir o no bitcoin, si no cómo incluirlo dentro del portfolio. Es decir, ¿a qué otro activo le restamos peso para dar paso a las criptomonedas? Como podemos ver en la imagen superior la mayoría de los asesores lo consideran un activo alternativo, pero en algunos casos su entrada ha hecho que se reste peso a la renta variable o al efectivo. Cómo valorar bitcoin es de momento una cuestión compleja.
Independientemente de si actualmente estamos en una burbuja de bitcoin o no, cada vez más inversores institucionales están comprando este activo y por tanto el respaldo es mayor, hace poco CFA Society publicó un estudio sobre la inclusión de bitcoin en una cartera tradicional 60% renta variable / 40% renta fija y demostraba que la inclusión de bitcoin (con un peso de entre el 1% y el 5%) mejoraba notablemente el ratio de Sharpe, la mayor volatilidad de la cartera se veía ampliamente compensada por el incremento de rentabilidad.
Fuente: Bitwise Investments vía Ria Intel

Consultor financiero independiente y experto en el sector fintech. Tutor de FIRE, el programa de gestión financiera personal de Uncommon Finance que tiene abierta la matrícula para la quinta edición. Si quieres seguir todos los análisis suscríbete al blog y los domingos te enviaremos nuestra newsletter.