Cash is king

Una de las características al inicio de las crisis es el aumento del ahorro y el acopio de efectivo. Ante la incertidumbre, las familias tratan de protegerse ya que está la posibilidad de perder el trabajo o una reducción del sueldo. Es un patrón que se repite y la última vez que lo habíamos visto fue en la crisis financiera, cuando al inicio de la misma (2008-2009) aumentó considerablemente la tasa de ahorro. Hace unas semanas publicábamos un post sobre el impacto del coronavirus en las familias españolas en el que según Deloitte se esperaba un aumento de la tasa de ahorro durante en el confinamiento y en los meses posteriores (link) y parece que se está cumpliendo.

En este caso los datos son de Alemania, pero podríamos extrapolarlo a toda Europa. Durante el mes de marzo, al inicio del confinamiento, las familias realizaron grandes retiradas de efectivo (línea negra) superiores a la media de los últimos meses, probablemente ante el miedo a que los bancos no funcionasen con normalidad en la pandemia. Ya en abril, las retiradas de efectivo se normalizaron, pero se dispararon las entradas de dinero en productos libres de riesgo como depósitos y cuentas de ahorro. Principalmente debido a la retirada de fondos de activos con mayor riesgo (renta variable) y en menor medida al aumento de la tasa de ahorro (una parte por la imposibilidad de gastar y otra por el miedo a lo que pueda pasar).

Fuente: Deutsche Bank Research

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