10 situaciones en las que no invertir tu dinero

Nos encontramos en un nuevo escenario en el que los productos de ahorro, aquellos en los que tradicionalmente invierten las familias, como depósitos o cuentas remuneradas, no ofrecen rentabilidad. Los tipos de interés están al 0% o negativos y todo indica que seguirán así durante muchos años.

A pesar de que la inflación de estos años es muy baja, de media por debajo del 1,75% en la última década, la misma va haciendo mella en el poder adquisitivo de las familias porque la rentabilidad de los depósitos bancarios no alcanza a cubrirla. Esta nueva situación obliga a los inversores a arriesgar más, a asumir mayor responsabilidad e invertir en renta variable (acciones o fondos de inversión) parte de ese dinero que hasta hace poco estaba en productos de ahorro.

Todo esto implica que muchas personas se pregunten (y me pregunten) dónde invertir: no saben qué hacer con su dinero. No me gusta dar respuestas tajantes, ni mucho menos hacer recomendaciones, pero siempre les digo lo mismo (a veces incluso soy muy pesado):

Tienes que sentirte cómodo con la inversión que hagas, saber en qué estás invirtiendo y sobre todo saber los riesgos que estás asumiendo.

El dinero que inviertas tiene que ser un dinero que no necesites en el corto plazo. Tienes que conocer el coste que conlleva la inversión y la probabilidad que existe de perder tu dinero, todos ellos aspectos importantes que estudiamos en FIRE. Si después de saber todo esto, no estás tranquilo por lo que pueda pasar con tu dinero o cuándo lo podrás recuperar: no inviertas.

No tiene sentido dormir mal por las noches por sacarle un poco más de rentabilidad a tus ahorros.

10 situaciones en las que nunca deberías invertir

Voy a resumirte las 10 situaciones en las que no invertir, en ningún caso:

  1. Si no entiendes en qué estas invirtiendo, no inviertas.
  2. Si no tienes claro los riesgos de la inversión, no inviertas.
  3. Si no conoces todos los costes de la inversión, no inviertas.
  4. Si te meten prisa para realizar la inversión con frases como “es una oportunidad muy buena, pero hay que meter el dinero ya”, no inviertas.
  5. Evita aquellas inversiones que no puedas recuperar en semanas o meses (no líquidas).
  6. Evita las inversiones que “no tiene ningún coste para ti”. Probablemente lo tenga, el problema es que tú no lo sabes.
  7. Evita aquellos productos con un nombre muy complejo o rimbombante. Puro marketing.
  8. No inviertas en un producto o con una entidad sólo porque “te lo ha recomendado un amigo que sabe de esto”.
  9. Si te llaman de una entidad financiera para que inviertas en sus propias acciones huye. Palabras como “ampliación de capital” o “salida a bolsa” suelen conllevar una caída posterior en bolsa. En este país tenemos unos cuantos ejemplos.
  10. Una estrategia más compleja no tiene por qué ser mejor, si no más cara para ti.

Como cualquier inversor he aprendido y sigo aprendiendo de dos maneras: (i) dedicándole tiempo a leer y estudiar y (ii) haciendo malas inversiones. Con estos 10 puntos espero ahorrarte a ti alguna.


Fotografía (portada) de Kai Pilger en Unsplash.

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